¿Te has dado cuenta de que son tiempos en los que todos estamos corriendo y todo lo hacemos rápido? Incluyendo algo tan básico y humano como comer.
En general no nos damos cuenta de las decisiones que tomamos a la hora de hacer los alimentos, sino que lo hacemos como acto rutinario y automático.
Preparamos o agarramos algo corriendo, comemos en el carro, frente a la computadora o la televisión y pasamos por alto la posibilidad de disfrutar lo que estamos comiendo, ya ni hablar de darnos cuenta de las emociones que pueden estar implicadas detrás de ese proceso.
¿Puedes recordar cuál fue tu ultima comida? ¿Qué desayunaste? Si eres de las personas que se tienen que tomar un momento para responder, es por que seguramente te estas alimentando de forma inconsciente y eso puede llevarte a tomar malas decisiones que pesarán más adelante en tu salud (sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemias, etc).
Entonces, si el problema es comer de forma “inconsciente” la solución potencial es la alimentación consciente ¿Pero de qué se trata eso?
Esta práctica consiste en aplicar una atención plena en el proceso que rodea a la alimentación; desde preparar, comer y por supuesto, todas las sensaciones que surgen antes, durante y después.
Se trata de hacernos realmente conscientes de qué comemos, cuánto comemos, cómo comemos y sobretodo POR QUÉ comemos. Esto es especialmente útil para las personas con trastornos de la conducta alimentaria, ya que parte del problema es la mala relación que se tiene con la comida.
Es importante saber que no se trata de una dieta sino una técnica que te permitirá observarte, conocerte e idealmente, volver a encontrar el placer saludable en comer lo necesario.
Algunos puntos para practicar este método
Siempre comer sentados y usar platos y cubiertos (según sea el caso)
Apagar o eliminar los distractores (computadoras, tv, etc)
Involucra al máximo todos sentidos (olfato, vista, gusto, tacto, oído)
Date la oportunidad de experimentar todas las emociones y sensaciones asociadas a la comida
Come despacio y sin prisa
Si puedes, lleva un diario de comidas.
¿Que beneficios te da practicarla?
Pérdida/control de peso
Mejor ambiente familiar
Disminuir el estrés
Mejorar la digestión
Detectar patrones o trastornos asociados a la comida
Mejorar tu relación con los alimentos
Te invito a poner en práctica este increíble hábito
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